Para Claus Schmoldt, un agricultor independiente de Elbe, lo mejor de su trabajo es que la temporada es la que dicta lo que hay que hacer. No tiene jefe. Es mucho más fácil de aceptar para él. Aún así, para los agricultores, las estaciones son causa de estrés y noches sin dormir. Pero Claus Schmoldt es más feliz de este modo. Una lección que aprendió en seguida: déjalo estar. No todos los años pueden ser perfectos. Demasiada lluvia para la labranza o demasiado calor para la vegetación: la agricultura es demasiado compleja para que todo vaya perfectamente. El conocimiento de varias generaciones y las técnicas innovadoras le ayudan a sacar el mejor provecho de cada situación. Y, por supuesto, su abuelo también tenía cosechas buenas y malas.