Multiplicación de semillas de remolacha azucarera: cómo una semilla crece hacia el futuro

La remolacha azucarera tiene requisitos especiales: dos temporadas de cultivo con vernalización, un estímulo frío que dura varias semanas y el máximo cuidado durante la floración y la recolección de semillas. «Solo cuando la polinización, el clima, el riego, el suministro de nutrientes y la salud de las plantas interactúan de manera óptima se pueden producir semillas de remolacha azucarera de alta calidad», explica Mario Sean Poni, director de Multiplicación de Semillas en Italia.

La región italiana de Emilia-Romaña es uno de los lugares más importantes para la producción de semillas de KWS. Solo aquí, KWS planifica, planta, cultiva y prueba más de 250 variedades. Sin embargo, KWS también produce semillas con éxito en otros lugares del sur de Francia, Turquía y Estados Unidos.

Las semillas se procesan en la mayor instalación del mundo para el procesamiento de semillas de remolacha azucarera, situada en Einbeck. Allí, las semillas se calibran, pulen y clasifican, y se seleccionan mediante tecnología de rayos X. El recubrimiento aplicado durante el proceso de peletización sirve de base para los productos fitosanitarios y mejora la capacidad de siembra (colocación de una sola semilla). Por último, se aplican fungicidas, insecticidas y el típico color naranja.

La producción de semillas se centra en la calidad, la pureza varietal y la estabilidad genética. KWS combina la naturaleza, la precisión y décadas de experiencia para proporcionar a los agricultores semillas de alta germinación y alto rendimiento para una variedad de condiciones. Esto es apreciado por clientes de todo el mundo: en el año fiscal 2024/2025, KWS envió un total de alrededor de 3,3 millones de cajas de semillas a los agricultores para aproximadamente 2,75 millones de hectáreas.