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    Oídio de los cereales

Oídio del centeno

(Erysiphe graminis f. Sp. Secalis)

Relevancia

El centeno es atacado por una forma especial de oídio - Erysiphe graminis f. sp. secalis . A nivel local se producen epidemias graves, con frecuencia solo en el caso de cultivos intensivos. Sin embargo, bajo condiciones que lo favorezcan, el oídio puede causar una pérdida de rendimiento de hasta el 25%.

Principales síntomas

En el centeno, el oídio se suele diagnosticar en las láminas foliares en forma de placas de micelio blanquecinas y algodonosas. Posteriormente estos revestimientos se tornan de color marrón, con un pequeño cleistotecio negro.
Oídio (Erysiphe graminis f. Sp. Secalis) solo puede infestar el tejido vivo de la hoja. La propagación tiene lugar durante el período de crecimiento a través de los conidios formados en la parte superior de la hoja (hasta 6 000/cm2). Para una extensa esporulación se requieren temperaturas entre 18°C y 20°C y una alta humedad relativa (pero sin lluvia). En este caso el oídio puede multiplicarse de forma explosiva. Sin embargo, bajo condiciones desfavorables, la infestación puede estancarse, ya que las esporas solo pueden sobrevivir pocos días. El tiempo de generación desde el comienzo de la infestación hasta la formación de las cadenas de conidios es de 80 a 100 grados-día; es decir, a una temperatura media de 15°C, aparece una nueva generación de esporas después de solo 5 días.

Hacia el final del período de crecimiento, se forman cleistotecios en los residuos de paja y rastrojo; después de un corto período de tiempo, son capaces de formar ascosporas e infectar el centeno espontáneo y el centeno de invierno recién sembrado. El hongo pasa el invierno en forma de micelio en las vainas inferiores de las hojas o en forma de cleistotecios.

Medidas agronómicas preventivas

  • Cultivo de variedades resistentes
  • Evitar el exceso de N
  • Trabajo cuidadoso de los residuos de cultivos (cleistotecios) en el suelo y retirada oportuna de los granos espontáneos en otoño
  • Siembra oportuna y no demasiado temprana
  • Optimizar la fertilización con potasio