En un principio, el problema de las aves parece ser relativamente pequeño. Al fin y al cabo, en Alemania solo se cultivan unas 20 000 hectáreas con maíz ecológico cada año. Pero el potencial de los desinfectantes a base de plantas sostenibles es mucho mayor: En Alemania, el maíz convencional se siembra en alrededor de 2,5 millones de hectáreas. Hoy en día, existe una sustancia activa, Metiocarb (nombre comercial, "Mesurol"), que protege contra la mosca de la fruta para disminuir el riesgo de carbón del maíz (enfermedad infecciosa) y que también evita que las aves se coman las semillas. "Pero la tendencia va hacia menos productos químicos en el campo", dice Jorek. "Además, la sostenibilidad es uno de los objetivos básicos de la empresa de KWS". KWS ofrece a los agricultores muchas plantas de cultivo distintas, entre ellas también cultivos captadores de nitrógeno, para conseguir una rotación de cultivos óptima y sostenible. Asimismo, se ofrecen múltiples especies especiales para la agricultura ecológica. Esto hace que el emplazamiento de Einbeck sea diferente de muchos otros mejoradores que se concentran solo en unos pocos tipos de plantas de cultivo.
Colaboración de muchos expertos
Al trabajar con extractos de plantas, KWS también colabora con ciertos investigadores de vertebrados del Julius Kühn-Institut (JKI), expertos de FH Bielefeld y la empresa Phytoplan de Heidelberg, especialista en sustancias activas naturales. Phytoplan produce y distribuye extractos o fracciones individuales de extractos. El JKI es responsable de la coordinación de proyectos y de los experimentos de alimentación en pajareras. FH Bielefeld desarrolla formulaciones para obtener una mayor durabilidad y efectividad del desinfectante en las semillas. El proyecto está financiado por el Landwirtschaftliche Rentenbank.
Las partes involucradas no quieren revelar cómo ni con qué efectividad funcionan los extractos para no poner en peligro las posibles patentes en este ámbito. "Ya disponemos de extractos repelentes con efectos positivos, incluso en el campo, y que no dañan las plántulas. Ahora tenemos que asegurarnos de que las sustancias se adhieren a los granos de la mejor manera posible y que siguen teniendo un efecto concentrado en el pico del ave, incluso después de tres semanas en el suelo. Jorek y su equipo siempre siembran el maíz tratado con los extractos de plantas prometedores alrededor del 1 de mayo y luego observan las zonas experimentales y las aves en detalle.
Sin miedo a los espantapájaros
Como en años anteriores, también son observados de cerca por cientos de ojos de aves. Especialmente, los cuervos, inteligentes, han aprendido a lidiar con los seres humanos. Parece que sepan que no está permitido cazarlos. Las grandes cometas espantapájaros a unos 30 metros del suelo tampoco les asustan, dice Jorek. Los cuervos también ignoran los espantapájaros redondos que se encuentran en el campo y que se mueven con el viento (marca: "Böser Blick"). Además de eso: "Parece que los cuervos tengan "mensajeros" en sus filas, que saben cuándo el agricultor está trabajando en el campo. Luego informan a los suyos", Jorek ha observado una y otra vez. Pero el equipo de investigación sigue de cerca la situación: Después de cada prueba, los investigadores conocen un poco mejor los sabores que no gustan a las aves.