La plaga en el cultivo de centeno: La Trocha Espiga

La trocha espiga (Calamobius filum Rossi) es un escarabajo longicornio que puede causar daños significativos en los cultivos de centeno (Secale cereale) en España, especialmente en zonas del norte con climas fríos y húmedos.

Conoce las características de esta plaga, su impacto en el centeno y las estratégias para su control.

Descripción de la plaga

Morfología y comportamiento:

Calamobius filum es un escarabajo longicornio de tamaño mediano, con una longitud que oscila entre 8 y 18 mm. Presenta un cuerpo alargado y estrecho, de color marrón grisáceo con manchas más oscuras. Sus antenas son notablemente largas, llegando a superar la longitud del cuerpo en los machos. Los adultos son activos durante el día y se alimentan principalmente de hojas y tallos de centeno, aunque también pueden consumir polen y néctar de otras plantas.

Daños en el cultivo de centeno:

Las larvas de Calamobius filum son las que causan el mayor daño al cultivo de centeno, ya que al alimentarse del interior del tallo, debilitan la estructura de la planta, provocando que los tallos se doblen o rompan (ahilamiento), lo que puede resultar en la pérdida de espigas y la consecuente reducción del rendimiento. Además, las galerías excavadas por las larvas facilitan la entrada de hongos patógenos, que pueden causar enfermedades en la planta y afectar aún más su desarrollo.

Ciclo de vida:

Calamobius filum tiene un ciclo de vida de dos años, un factor crucial a tener en cuenta al planificar estrategias de control a largo plazo. Véase la descripción de cada etapa en la siguiente tabla:

Importancia y distribución

Importancia en España:

Aunque no es una de las plagas más devastadoras del centeno en España, Calamobius filum puede causar pérdidas económicas significativas en zonas donde las condiciones ambientales favorecen su desarrollo. Se estima que las pérdidas pueden alcanzar hasta un 25% de la producción en campos severamente afectados. La incidencia de la plaga varía según la región y las prácticas agrícolas.

Cultivos y condiciones ambientales:

La plaga de la trocha espiga se encuentra principalmente en cultivos de cereales de invierno, especialmente centeno y trigo. Las condiciones ambientales que favorecen su proliferación son:

■ Climas fríos y húmedos: Las temperaturas suaves y la alta humedad relativa durante la primavera y el verano favorecen el desarrollo de las larvas.

■ Suelos pesados y con mal drenaje: Estos suelos dificultan el desarrollo radicular del centeno y lo hacen más susceptible al ataque de la plaga.

■ Presencia de rastrojos: Los restos de cultivos anteriores pueden servir como refugio para las larvas y los adultos.

■ Siembras tardías: Las siembras tardías de centeno aumentan la vulnerabilidad al ataque de la plaga. Esto se debe a que las plantas son más jóvenes y menos desarrolladas durante el periodo de mayor actividad de las larvas, lo que facilita su penetración en los tallos y aumenta el daño potencial.

Además, es importante tener en cuenta la influencia del cambio climático en la distribución y severidad de la plaga. El aumento de las temperaturas y la alteración de los patrones de precipitación pueden crear condiciones más favorables para el desarrollo de Calamobius filum en nuevas áreas, lo que podría aumentar su impacto en el cultivo de centeno en el futuro.

Para visualizar la distribución de la plaga en relación con las zonas de cultivo de centeno, se presenta a continuación una descripción general de las regiones más afectadas en España:

Distribución en España:

La plaga 'trocha espiga' se encuentra presente en toda la Península Ibérica, pero su incidencia varía según la región. Las zonas con mayor presencia de la plaga son:

■ Norte: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco.

■ Centro: Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón.

■ Noroeste: Cataluña.

En estas regiones, las condiciones climáticas y la presencia de cultivos de centeno favorecen el desarrollo de la plaga.

Herramientas de control

El control de Calamobius filum requiere un enfoque integrado que combine diferentes estratégias. Seguidamente véase la descripción de las principales herramientas de control.

Estratégias de control cultural:

Las estrategias de control cultural son prácticas agrícolas que ayudan a prevenir o reducir la incidencia de la plaga. Algunas de las medidas más efectivas son:

■ Rotación de cultivos: La rotación de cultivos con especies no hospedantes, como leguminosas o cultivos de verano, interrumpe el ciclo de vida de la plaga al eliminar su fuente de alimento. La rotación con leguminosas es particularmente beneficiosa, ya que no solo reduce la población de la plaga, sino que también mejora la salud del suelo y aporta nitrógeno al sistema.

■ Fechas de siembra: Las siembras tempranas de centeno permiten que las plantas se desarrollen mejor y sean más resistentes al ataque de la plaga.

■ Elección de variedades resistentes: Existen variedades de centeno con mayor tolerancia a la plaga de la trocha espiga. La elección de estas variedades puede contribuir a reducir los daños.

■ Laboreo del suelo: Un buen laboreo del suelo después de la cosecha ayuda a destruir las larvas y pupas que se encuentran en los rastrojos.

■ Eliminación de malas hierbas: Eliminar las malas hierbas gramíneas que pueden servir como hospedantes alternativos de la plaga.

Estratégias de control químico:

El control químico se basa en la aplicación de insecticidas para eliminar la plaga. Es importante destacar que el uso de insecticidas debe ser la última opción y siempre debe realizarse de forma responsable, siguiendo las recomendaciones del fabricante y respetando el medio ambiente.

■ Insecticidas autorizados: Existen insecticidas autorizados para el control de Calamobius filum en el cultivo de centeno. Algunos ejemplos incluyen piretroides y organofosforados. Es fundamental consultar con un técnico especializado para elegir el producto más adecuado, la dosis correcta y el método de aplicación más efectivo.

■ Momentos de aplicación: El momento de aplicación de los insecticidas es crucial para su eficacia. Generalmente, se recomienda aplicar los tratamientos durante el periodo de vuelo de los adultos o en las primeras etapas de desarrollo de las larvas.

Estratégias de control biológico:

Además de las estrategias de control cultural y químico, se ha investigado el potencial del control biológico para el manejo de Calamobius filum. Se ha observado que algunas especies de avispas parasitoides pueden atacar las larvas de la plaga, lo que podría contribuir a reducir sus poblaciones de forma natural. Sin embargo, aún se necesitan más estudios para determinar la eficacia de este método en condiciones de campo.

Tabla comparativa de estratégias de control:

Impacto en el cultivo de Centeno

Rendimiento:

La plaga de la trocha espiga puede causar pérdidas significativas en el rendimiento del cultivo de centeno. La intensidad del daño depende de la densidad de la población de la plaga y de las condiciones ambientales.

En casos de infestaciones severas, las pérdidas de producción pueden superar el 20%.

Calidad del grano:

Además de reducir el rendimiento, la plaga de la trocha espiga puede afectar la calidad del grano de centeno. Las plantas dañadas por la plaga producen granos más pequeños y con menor peso específico. Esto puede afectar negativamente la calidad de la harina, reduciendo su contenido de proteína y afectando parámetros como el número de caída, que es un indicador de la actividad enzimática y la calidad panadera.

Conclusiones

La plaga de la trocha espiga' (Calamobius filum) es un aspecto importante a considerar en el cultivo de centeno en España. Si bien no causa daños devastadores de forma generalizada, puede provocar pérdidas económicas significativas en zonas donde las condiciones ambientales favorecen su desarrollo. Para un manejo efectivo de la plaga, es fundamental implementar un enfoque integrado que combine diferentes estrategias de control, como la rotación de cultivos, la elección de variedades resistentes y, en casos necesarios, el control químico responsable.

La vigilancia constante del cultivo y la aplicación de medidas preventivas son cruciales para minimizar el impacto de la plaga y asegurar una producción de centeno rentable y de alta calidad.

Prioriza la rotación de cultivos y la selección de variedades resistentes como primeras líneas de defensa contra la trocha espiga.

Recomendaciones prácticas

■ Inspecciona tu cultivo de centeno regularmente: Observa la base de los tallos en busca de agujeros o signos de daño.

■ Implementa medidas preventivas: Aplica las estrategias de control cultural descritas anteriormente para prevenir la infestación de la plaga.

■ Consulta con un técnico especializado: En caso de detectar la presencia de la plaga, consulta con un técnico especializado para determinar la mejor estrategia de control.

■ Utiliza insecticidas de forma responsable: Si decides utilizar insecticidas, sigue las recomendaciones del fabricante y respeta el medio ambiente.

■ Manten un registro: Lleva un registro de las observaciones, las medidas de control aplicadas y los resultados obtenidos. Esto ayudará a mejorar el manejo de la plaga en el futuro.